¡¡Al decir perdón madre¡¡ -no quise decirlo, ¡no es tu culpa el que yo este aquí; es mi decisión el quedarme-
y muy cierto, fue su decisión, por que nadie decide por nosotros, somos nosotros quienes decidimos si nos quedamos o nos vamos, si vivimos nuestra vida o la de nuestra madre, si ¿queremos la vida que llevamos o nos dejamos llevar la vida que otros quieren que vivamos?. Si conoces un caso como éste, ayúdalo a comprender que no porque viva su vida, va a dejar a su madre. -Una madre es para siempre y para quererse pero no a costa de nuestra felicidad-, porque ¿qué madre no querría la felicidad para sus hijos? y no necesariamente sacrificando su felicidad, el mundo puede ser cruel , pero no puede ser tan malo, como para no salir del seno materno y enfrentarnos a el. Aprendamos a querer a nuestras madres, pero sin que ese amor nos lastime, si no en cambio ese amor nos nutra y nos de la suficiente confianza para decirle: -¡Madre me voy! Es hora de vivir mi vida ¡Gracias! por dejarme ser parte de la tuya.
Que estén bien y gracias por leer.. .
Por: Manuel Corzo Rincón
montaraz.06@hotmail.com
Agencias...
P E P E M A.... DESIDERATA