lunes, 28 de noviembre de 2011

EL PUEBLO QUE NUNCA MUERE

“Apuéstale todo a la muerte, de seguro ganaras la apuesta”

Me he despertado de la impresión de mi pesadilla. La oscuridad total de la noche me hace sentir miedo. ¿Cómo le hizo mi padre para poder enfrentar a la muerte y poder seguir con su vida y hacer que todos viviéramos tranquilo en este pueblo?

Como me gustaría que la noche tuviera luna llena para ver el patio medio alumbrado por su luz a la hora que camine por el pasillo; las noches son desde hace ya muchos años muy oscuras, la única luz que se vislumbra es el tenue parpadeo de las estrellas y alguna que otra pequeña flama que danza a pequeño soplido del aire en las noches, esas pequeñas flamas que sustituyeron a la luz de los focos o los faros de los carros.

La sed es muy intensa, la pesadilla me hizo sudar, necesito un poco de agua; por eso deseo esta noche más que nunca que la luna con su brillo apartara un poco a las sombras; ¡tengo miedo! El sueño donde enfrentaba a la muerte no fue muy grato, ver su rostro desgarrándose frente al mío y luego sentir que arrastraba mi cuerpo por las calles sin luz, gritando y riendo; ¡Que por fin podía entrar nuevamente al pueblo!, no sé si era el miedo de morir o el miedo de la deshonra a la memoria de mi padre quien dio su vida para que nadie del pueblo muriera, y es que en mi sueño la muerte festejaba porque yo le había dado permiso de volver a entrar, y con mi vida comenzaba a llenar su carreta, para llevarme al más allá.

¿Me pregunto si más personas han tenido sueños parecidos al mío?, no recuerdo haber tenido un sueño parecido en mucho tiempo, tal vez cuando era niño y mi papá aun vivía, cuando andábamos en coche, y cuando la luz se hacía como por arte de magia solo al subir la pastilla que estaba en la pared y se iluminaba todo como si fuera de día. ¡Ahora las luces de las velas hacen que todo sea tenue y lúgubre!

¡No lo niego tengo miedo! Siento un escalofríos recorrer mi columna cuando me dirijo entre la oscuridad buscando un fosforo para encender una vela, pero si sigo deseando el agua con todas mis fuerzas. De repente escucho un ruido que recorre la pared… ¡el susto se atenúa más sobre mis huesos!, he agitado mi respiración y siento que algo en el oscuro rincón del cuarto está parado, ¡como me gustaría tener una lámpara!, pero me apresuro a tomar los fósforos, ¡se quiebra uno!, tomo el otro con mis manos temblado y volteo a ver a la esquina y no sé porque siento una respiración ahí, ¡en ese preciso lugar!, y mis manos torpes hace que se desplomen todos los fósforos y caen al piso,- ¡debí dejar la vela encendida!-, me agacho tomo un de los cerillos y lo tallo contra el piso; se enciende inmediatamente; el destello me deja ver en la oscuridad un poco, me levanto tapando con mi mano la pequeña flama y busco con cuidado la vela. Ya no sabia si mi miedo era por lo desconocido, la oscuridad o porque se a pagara el fuego que estaba ardiendo al final de mis dedos. Con dificultad la vela comenzó a encender con pequeño destello y lentamente; mi desesperación porque iluminara más era grande, pero al momento que la flama se hizo más amplia no dude en ponerle el recubrimiento de cristal y dirigir su luz hacia el rincón.

Mi sorpresa fue tal. ¡Un pequeño ratón salió corriendo! Me comencé a reír porque un ser tan pequeño me hizo temblar y provocó que mi cuerpo se escurriera entre mis piernas, ¿o el miedo de mi sueño, mientras dormía provoco qué la comodidad se volviera una incomodidad líquida?, ahora mi desazón era más porque tenía que salir al patio por agua y lavar la ropa y tratar de limpiar la sobrecama y todo lo que mojé. Pero mejor decidí cambiarme y quitarle la ropa a la cama. Ya con pena camine por el corredor de la casa hacia la cocina; con mi pequeña vela en la mano para poder apagar la sed que corrompía mi garganta.

La mañana se asomaba y no pude pegar los ojos, vi como la vela se consumió frente a la ventana y a la par, la luz recién salida de las montañas se asomaba en el cielo celeste, mis ojos se cerraron al momento que sentí la seguridad de la luz del sol.

Me despertó la silueta de una mujer a la orilla de mi cama, al ver su mirada posada sobre mi, recordé con tanta dulzura las mañanas que mi mama me despertaba para ir a la escuela. Recuerdo bien que mi linda mamá nunca me despertó a gritos. Siempre me veía atentamente para intimidarme para que me levantara para ir a la escuela y si era mucha mi flojera me comenzaba hacer cosquillas hasta retorcerme de la risa en la cama.

Me voltee la cara para acomodarme y ver bien a mi mamá que después de tantos años no venía despertarme, su cara tenía un tono pálido, su mira serena me quería decir algo.

-¡buenos días!

-¡buenos días pequeño!

-¿ha pasado algo?

-no, solo, me desperté y vi que aun no te levantabas y te dejé dormir hasta muy tarde. Y como veo que el día transcurre y no te has levantado, he pensado que tal vez estabas enfermo, pero estabas durmiendo plácidamente, mi idea ha sido errónea. Me acordé de cuando eras pequeño y tenía que obligarte a levantar para ir a la escuela.

-dentro de mi pasaba que los pensamientos pueden estar en la misma sintonía con las personas que amas, porque lo mismo que mi madre pensaba era lo que yo discernía.

-lo único que me preocupa es ese olor que está en tu cuarto, ¿el aroma que siento es el que creo?- no podía creer en mi interior la pena que sentía, al querer decir la verdad pero no lo podía negar, -¡si!- respondí sin pensarlo más esquivando la mirada de mi madre, pero antes que ella dijera algo, comencé a narrarle el feo sueño que tuve esa noche.

Ella se levantó un poco preocupada y caminó alrededor de la cama, mientas la veía me iba incorporando para sentarme, cuando ella mismo me dijo. –Ando algo preocupada por tu abuela- ¿le ocurre algo malo? – sucede que la he visto demasiada meditabunda, alguna idea extraña ronda por su cabeza, y lo más raro es que ha comenzado a tirar cosas, a regalarlas, empaquetar otras, y lo más especial de todo, es que siempre anda con un pequeño susurro en los labios, es una canción como de una oración, una canción que no logro entender o escuchar bien.

-¿y porque te ha de preocupar eso?

–no sé, es como un presentimiento o una sensación fea que inunda mi pecho

– ¿no serán solo ideas tuyas?

- no lo creo, con tu sueño me hace que me preocupe más,

-¿por qué?

- sencillo, ¿si sabes que por medio del sueño nuestra mente puede divisar cosas que no podemos ver con nuestros ojos?, es una herramienta que tenemos y que los científicos en su momento no lograron comprender abiertamente, sus investigaciones en el pasado se quedo en solo darle nombre a las partes de nuestra materia gris; pero nunca lograron entender el poder de un pensamiento, o aún de los sueños.

–pues nunca he sido muy culto como tú o mi papá, que siempre se la pasaban investigando, ¡bueno eso cuenta mi abuelita, que por eso se conocieron; por estar locos los dos! –la mirada de mi madre se cristalizó y sus labios dibujaron una sonrisa que trasmitía serenidad, al parecer al hacerle recordar a mi papa, ella se sentía bien, pero yo sabía que ella aun lo extrañaba

- ¡si! No lo puedo negar, tu papá y yo tuvimos una conexión muy extraña, ¡no sé si fue por medio de los pensamientos! O nuestra forma de ser, pero siempre nos la pasábamos bien, siempre teníamos platicas interesantes, y cuando nos peleábamos citábamos frases de escritores, filósofos, o personas “famosas” para hacernos reflexionar uno al otro, ¡Cuánto lo extraño!... ¡bueno! Me he desviado de la charla, el asunto es; por ejemplo, tu padre tenía una manera peculiar de comunicarse con las personas por medio de los sueños, ¡es algo raro! Lo sé, pero tu padre no sé si usaba la intuición o solo era su imaginación, pero cuando soñaba con alguien y al despertar se acordaba del sueño, inmediatamente se trataba de comunicar con la persona que había soñado. Y siempre atinaba si esa persona estaba: triste, enferma o con problemas…

-¿entonces mi papá sólo soñaba cosas negativas?

-¡no!, tu papá, tenia lo peculiar de cuando él pedía saber por alguien se acostaba y soñaba con esas personas que estaban bien, siempre cuando pedía por alguien al momento de dormir los soñaba plenos y pasando el tiempo sabia que estaban en ese estado de bienestar como los había soñado.

–¿y todo lo que me cuentas qué relación tiene con lo que yo soñé?,

-te decía que la mente es un misterio por el cual nos conectamos todos, y tu sueño es simbólico, soñar con la muerte es algo cargado de un significante muy fuerte, un niño cuando sueña con la muerte, en sus sueños teme mucho y puede despertar del sueño gritando, un anciano, soñar con ello puede significarle la esperanza,

-¿la esperanza?, ¿cómo puede la muerte dar esperanza?, si la muerte lo que hace es que desencarnemos y dejemos tristes a todos los que amamos, ¿a caso no fue eso lo que paso con papá cuando lo fuimos a recoger a la frontera del pueblo?, al ver su cuerpo tirado sobre las piedras como un guante, recuerdo era aun muy joven, pero no olvido el dolor de su ida, -los ojos de mi madre no podían disimular el recuerdo que pasaba por su mente, del momento que ella vio el cuerpo de mi padre desangrándose, por las distintas heridas que tenía en el cuerpo, ella corrió al verlo y tomo su cabeza con sus manos y logró ver el último destello de sus ojos, yo recuerdo la escena y se me erizan los vellos de la piel al recordar esa imagen, ya que en ese momento sentía que la muerte estaba parada frente a nosotros y no la podíamos ver, sólo se sentía el frio que envolvía el ambiente, y todo parecía planeado por alguien muy oscuro, para que nosotros solo sintiéramos temor , mi mente al momento de recordar a mi padre imaginaba que la muerte disfrazada de invisibilidad amarraba el alma de mi padre y lo despojaba de su cuerpo con una soga amarrada al cuello, y lo comenzaba arrastrar por el campo, festejando su victoria de a ver matado al único hombre que logró que un pueblo no muriera por la falta de esperanza, ya que su sed de recoger muchas almas era tan grande que muchas ciudades sucumbieron a su poder y estuvo feliz mente trabajando para llevarse por centenares las almas de los hombres, mujeres y niños, que encontraba en su paso por las grandes urbes, su trabajo era tan sencillo, porque ella se volvió la esperanza de miles, y era como una celebridad, una celebridad aclamada por muchos; añorada, reconocida, envidiada, invitada y con club de fans, porque más de uno pedía verla, pero sé que ella cuando se enteró que no era requerida en el lugar menos imaginado de la tierra, se comenzó a preguntar ¿Por qué no la solicitaban en dicho pueblo?.

-¿Cómo puede ser esperanza?; sencillo, cuando la vida no tiene sentido, la muerte es la única esperanza que le queda a nuestra vida, un niño al soñarla le da miedo, porque un niño aun tienen el sueño de ser grande, de seguir jugando, tiene la alegría de que un día podrá a poyar y mejorar las cosas de su entorno, ¡tiene energía!, la diferencia de una persona mayor, cuando ya hizo su vida, su cuerpo se está marchitando, cuando, se siente que se está quedando sola, y cada vez que se enferma es una lucha constante con los malestares, cada vez se cansa más y cada vez la energía disminuye, siente que su cuerpo no tiene la misma capacidad que antes, y no quiere sentirse un estorbo para sus seres queridos, y cuando una persona tiene su energía disminuida, la única esperanza de la vida es la muerte.

-¿me estas queriendo dar entender, que mi abuelita esta despidiéndose?

–¡no lo sé!, porque ella no se ha quejado en estos último días, solo me preocupa que ese sea su pensamiento que tenga latente todos los días en su mente, y con lo que me has contado de tu sueño, ¡sea la confirmación de mi presentimiento!

-¿pero si mi abuela decide quitarse la vida?

-¡no!, ¡No lo digas! Que si lo hace, con ese acto, la muerte se tomará nuevamente el derecho de caminar por las calles, dándoles falsas promesas a las personas, y el trato de tu padre con ella, se habrá terminado, y ¡no sabemos qué ocurriría, si ella decide quitarse la vida!.

pepema

EL RETORNO DE PEPEMA


bUENO a dARLE qUE eS mOLE dE oLLA....


dE rEGRESO, dESPUÈS dE dOS aÑOS dE aUSENCIA...

sI mE rOMPEN eL cORAZÓN. ¿qUE rICO, nO?...


lO rICO dE lA vIDA eS sENTIR....


ATTE.

pEpEmA