jueves, 3 de abril de 2008

EL TIEMPO

Cada minuto en el reloj condenaban al tiempo, y el tiempo se acordaba que lo bueno quedó hecho en el camino, y en el camino un arriero andaba, nunca descuidó las ovejas que pastaban, y el pasto siempre noble crecía para alimentar a las ovejas o cualquiera otro animalito del campo, y la tierra se nutría del sol y el sol cada día iluminaba para dar luz y dispersar las sombras, mas en las sombras estaban ocultos los demonios que atormentaban al tiempo, porque lo hacia pensar en el va y ven del tic tac del reloj, mas el reloj no se paraba, mas el tiempo tenía que seguir su marcha,-¿a donde vas?- le preguntó la humanidad, y este contestó - aun lugar donde me puedan seguir- mas unos se fijaron en el camino y pensaron que era fácil caminar por el sendero, pero el tiempo caminó y camino, y en el camino se fueron quedando muchos, unos heridos y otros dormidos, unos llorando y otros confundidos, unos temerosos y otros aburridos, unos muertos y otros enfermos, y eran pocos los que iban atrás de él, porque se daban cuenta que cada pasito que daba era mas cercano al precipicio, pero era la única forma de llegar mas rápido, todos pensaban en el precipicio, pero muy pocos se daban cuenta de lo bello del entorno, solo se fijaban en el camino.

El tiempo fue rehén del reloj quien era en realidad quien lo llevaba jalando, él enorme e inmenso, y el reloj una cosita pequeña de tormento, -¿pero cuando llegarás a tu destino?- le gritaban por detrás los que aun podían acompañarlo, el contestó -¡cuando ustedes hayan forjado uno!- todos se quedaron pensando y creyeron que era un acto de suicidio lo que estaban haciendo, y el tiempo siguió caminando por el sendero que marcaba el reloj, y los que pudieron apreciar el camino y lo bello del entorno, descubrieron que habían otras brechas para andar e ir a hermosos lugares, unos no lo tomaron por temor por quedar atrás del tiempo,

y lo que se osaron descubrieron la riqueza de un momento de quietud, por poco descubrieron el lugar mas parecido a la eternidad, donde el tiempo no cabía; pero sabían que debían de regresar. ya después de mucho caminar unos se rindieron porque no sabían a donde iban mas lo que se desviaron por un momento caminaron con energía y se emparejaron con el tiempo, y vieron que este iba secuestrado por el reloj, y en ese momento entendieron que todo en ese lugar tiene sus momentos, sabían que el tiempo se iba a encontrar con su hermana la Eternidad, no sabían cuando iba a tardar,




o si pronto llegarían, mas los que osaron por quedarse de vez en cuando un paso atrás, descubrieron cosas nuevas para sus vidas, unos iban muriendo en el camino, otros se hacían viejos pero alegres, y otros viejos ya no aguantaban el paso del tiempo y se quejaban a cada rato, cuando uno de los viejos alegres murió, descubrió que el precipicio no existe, sino que uno ya está dentro de él desde el momento que uno corre con el tiempo comienza la caída hacia el hoyo. así que el tiempo va sin tiempo,






y con el tiempo de sobra, le sobra tiempo al tiempo, y el tiempo no está de más, mas el tiempo sabe su destino, y el destino ha de llegar, si llegar tarde o temprano pero va ser justo en el momento adecuado, cuando mas esté adecuado mas se va a disfrutar, entre mas se disfruta está uno a pocos pasos de la eternidad, porque 2 horas serán como dos minutos, porque se aprovecha cada momento, cada instante en el tiempo, y el reloj no importa, desaparece, pero el instinto sabe, y uno sabe que todo va allegar, que las cosas pasan por algo y por algo han de pasar, que si uno llora en este tiempo, mañana risas se volverán, que si se vuelven risas es porque uno ha entendido la importancia de estar,










que si estas mas vivo estarás, que si vives, cada día reirás, que si ríes es porque hay vida, y la vida es una, y como es una, es la única para disfrutar, que si las cosas pasan por algo han de pasar, que no hay dolor mas prolongado que el minuto mas alto del momento del llanto. Que si va a pasar, por algo ha de ser, que todo llegará, pero disfruta el paisaje, que una vereda ha de existir para que veas, el momento eterno antes de partir.







J.M.R. Espinosa.

ppma.

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